Hola que tal, quiero compartirte mi experiencia vivida en el Conafe, bueno ingrese al culminar mi educacion media superior, por lo tanto; era una persona acostumbrada a tener el apoyo de sus padres, me costo trabajo tomar mis propias decisiones; recuerdo la primera vez que llegue a la comunidad de chapolhuac perteneciente al municipio de Tihuatlan, fue en compañia de mi padre me sentia muy nerviosa al escuchar a una madre de familia decir "ya llego la maestra", no estaba acostumbrada a que me nombraran así, pero bueno... eso no es todo, lo peor fue cuando realice mi primera reunión con padres me puse tan nerviosa pero logre concluirla. Desde ese primer dia me di cuenta de que en ese lugar los habitantes eran muy amables, por la tarde me senti triste ya que a pesar de todo me daba temor a que alguien pudiera hacerme daño pues no los conocia bien, pero me dije "muchos han podido por que yo no" y me aguante hasta el termino de la semana, cuando llegue a mi casa le conte todo a mamá y ella me dijo que ya no regresara pero pense en mí y en mis alumnos ya los empezaba a querer y regrese a comunidad lo mas significativo durante mi transcurso como I.C. de primaria es que cuando los niños aprendian algo nuevo me decian "maestra eso no lo sabia usted me lo enseño" esto lo recuerdo y me llena de satisfacción.
Actualmente soy C.T. al principio me daba temor pero ahorita he aprendido cosas nuevas y lo estoy disfrutando.
Atentamente: Clara San Martín Santiago
Hola Clarita:
ResponderEliminarLas experiencias que la vida nos presenta siempre serán actos que cambian nuestra propia vida, siempre quedarán grabados en nuestra mente sean bueno o malos. Lo importante de todo ello es que tengamos el valor para afrontarlos, si en ese va y ven nos caemos, debemos tomar valor y fuerzas de donde se pueda para levantarnos y seguir adelante. Los temores que nos comentas en tu experiencia fueron superados en primera por tu propia decicisón y futuro y en segunda por el cariño a tus alumnos.
Podemos reflexionar en lo siguiente:
Este año aprendi …
que la derrota puede llevar mi nombre;
aprendí que mis “no” tan determinantes no me sirven, si con eso estoy negando que alguien me quiere;
aprendí que la soledad en exceso, es destructiva;
aprendí que si digo “no puedo” verdaderamente no puedo, aunque sea en realidad “no quiero poder”;
aprendí que amar tanto lastima si no puedes recibir un beso;
aprendí que la vida puede darte en el momento menos esperado “su mejor golpe”, dejandote con ganas de no pelear mas …
También aprendí, que en algún momento cosechare lo que estoy sembrando, y ese día la vida me enseñará que valió la pena!
Te mando un gran abrazo.
Arturo