Que tal amigo! Te quiero platicar de una experiencia que tuve el segundo día de la Reunión Preparatoria aquí en la ciudad de Xalapa,Ver.
Fíjate que me tocó hacer una exposición de Química, con el tema "funciones químicas inórganicas" y la verdad todo iba bien hasta que llegué al apartado de hidróxidos y sales(oxisales); me di cuenta que no había leído lo suficiente porque comencé a dudar a la hora de proponer ejercicios, pero bueno, tuve que reconocer que no había comprendido por completo el contenido. Afortunadamente los compañeros asistentes coprendieron y, de manera conjunta, fuimos aclarando las dudas que habían surgido. Te puedo decir que eso me hizo sentir bien porque me daba a entender que puedo contar con ellos y me comprometí a que en la siguiente RP puedo terminar de explicar lo que no resolvimos en grupo.
Aprendí que lo importante es que te atrevas a entrarle y, poco a poco, con la práctica, mejorarás. También entendí que es bueno reconocer nuestras debilidades y corregirlas...OK, hasta la vista!
Gilberto
Estimado Gil:
ResponderEliminarCreo en muchas ocasiones nos hemos encontrado en situaciones similares, muchas ocasiones no es por falta de de una buena preparación del tema, sino que la misma inercia del grupo nos lleva a entrelazar idea tras idea y eso conlleva a nuevas dudas. Tienes razón al decir que puedes contar con ese equipo ya que se sumaron a la búsqueda de respuestas, esas acciones lo hacen auno sentirse bien, pero nos deja un nuevo aprendizaje y una nueva tarea - seguirse preparando.
Quiero compartir contigo esta anécdota que en lo personal me gusta mucho:
Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en el medio del pantano se había a acostumbrado a estar allí, comía gusanos del fango, y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.
Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre hasta que cierto día un ventarrón destruyó su guarida, el árbol podrido fue tragado por el cieno y él se dio cuenta de que iba a morir.
En un deseo repentino de salvarse comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.
Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te está obligando a levantar el vuelo o morir.
Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar alto y muy lejos del pantano.
Moraleja: No importan las dificultades, ni los problemas, siempre podremos levar el “vuelo”. Es importante comenzar y recomenzar hasta lograr la meta deseada
Te mando un cordial saludo.
Arturo.